Primera Marcha LGTBI en Villavicencio (2010 -ahora)

Desde 2010 y de manera ininterrumpida se ha realizado en Villavicencio la Marcha del Orgullo, este año realizó su versión número 10. La Marcha ha logrado crecer y generar otros procesos en el departamento y los municipios.

En 2013 se creó el comité de marcha; conformado de manera voluntaria se encarga de adelantar todos los procesos y procedimientos de carácter legal y de conseguir los recursos para realizar la marcha cada año. Es un arduo trabajo organizar todo, conseguir el dinero y tramitar los permisos.

Cada año decimos: “Reivindicamos esto, logramos esto, pedimos esto…” Cada año tenemos un tema central desde el cual trabajamos. A pesar de tanto atropello, discriminación y estigma, ese día se nos olvida el dolor, lo convertimos en alegría y celebramos.

Pero empecemos por el principio: Raiza (una lideresa de la población diversa) fue quien trajo la idea de hacer la marcha en el Meta, hace más de 14 años, después de participar como invitada a la marcha de Bogotá por haber fortalecido la línea política del departamento del Meta. “Íbamos siempre a la marcha en Bogotá, hacíamos comitivas y representaciones. Llevábamos dos o tres buses, participábamos y nos iba muy bien”. Mientras Raiza estaba en la marcha de Bogotá, pensó en que debía llevarla al Meta; muchos le dijeron que mirara el entorno social y el peligro, sin embargo, ella sabía que en Villavicencio se podía hacer. Entonces se conformó un comité o plataforma interinstitucional para dar cumplimiento a la Directriz 006 del 2008, que buscaba reivindicar los derechos de la población diversa. En el comité estaban la Personería, la Policía Nacional, la Registraduría, el Comité Cívico por los Derechos Humanos del Meta, la Notaría Tercera y la Defensoría quienes con Raiza y Nasla (una lideresa trans) definieron la ruta por donde pasaría la marcha y se informaron de los permisos y trámites que debían hacer. En 2008 se pidió el aval al alcalde, que era conservador, pero de mente abierta, y permitió hacer la primera marcha en 2010.

Se decidió hacer la marcha el 28 de junio, 27 fecha en la que se celebra el orgullo gay en el mundo, memorando las protestas de Stonewall en Nueva York, USA. De lo que no se dieron cuenta es que ese mismo día se realizaba en Villavicencio el Torneo Internacional del Joropo y de la Vaquería, y ambos eventos tenían asignada la misma ruta. Obviamente, no se podía pelear con una tradición de más de 30 años, y las organizadoras decidieron pedir el permiso para usar una ruta alterna, la policía ayudó y se permitió otra ruta. 68 personas de la población diversa salieron a marchar por “la parte de arriba” hasta llegar a la plaza central.

Afortunadamente todo salió bien, no pasó nada que lamentar, aunque hubo (y aún hay) incidentes de gente que dice que se van a dañar los niños, que eso es inmoral y que se van a ir al infierno… Pero también había gente que gritaba: “¡Eso, eso, por fin!... ¡Ya es hora de que ustedes salgan!”

Raiza junto con Nasla Álvarez, Oscar Javier Andrade y Luis Alberto Peña – más conocido como Hanzel – fueron los primeros organizadores. El segundo año fueron un poco más de 200 personas, el alcalde continuó apoyando a pesar de las críticas que le hicieron. Cada año han aumentado los participantes. En 2019 se hizo la décima marcha; según el reporte de la policía, hubo 1.500 asistentes.

Por supuesto que hay dificultades. La convocatoria siempre es complicada, particularmente con las diferencias al interior de la población que no siempre se siente representada, ya que ser población diversa no implica que todos nos identificamos con lo mismo y no tenemos los mismos sueños.

A partir de la cuarta marcha se abrió el espacio para fortalecer el comité de marcha y se logró que los bares y los negocios de la población se unieran a

la planeación. El comité intenta ser representativo de todas las identidades de la población diversa: gais, lesbianas, trans y otros.

La Gobernación empezó a apoyar el proceso acompañando el evento de cierre, dan los buses que se ubican en las entradas de la ciudad y ahora también se apoyan diferentes iniciativas en el departamento. Ahora es una marcha departamental y ha tenido “hijitos” en San Martín, Cumaral, Puerto Gaitán, Granada y Vista Hermosa. Aunque por las condiciones de los municipios no se hace una marcha, sí se hace una celebración del día del orgullo en el que se reúne la población.

La comunidad hetero-solidaria siempre ha apoyado los procesos y han sido determinantes para que se puedan surtir los trámites y realizar la marcha;

sin ellos, probablemente, no se habría logrado hacer durante 10 años seguidos.

En la actualidad hay un manual de convivencia de la marcha, una guía con ideas generales sobre el comportamiento y las acciones por parte de la población que, si se tiene en cuenta, permitirá que la marcha se lleve a cabo sin problemas. Se sugiere a los marchantes que sus atuendos y muestras artísticas identitarias representen una realidad concreta, que todo se haga en el marco del respeto, mostrando color y alegríay sin olvidar que es una protesta.

Este año se hizo un experimento, no recurrir a ningún dinero público para realizar la marcha. Los miembros del comité decidieron dar una cuota mensual, hicieron rifas, vendieron empanadas y tamales, hicieron cuanta cosa se les ocurrió y con lo recogido llevaron a cabo la marcha. Ante el reto de conseguir el dinero para llevar a cabo el evento de forma privada, se ha hecho evidente la necesidad de buscar un modelo de financiación sostenible. La marcha tiene de todo, es un espacio muy bien logrado y construido. Lo que le queda es futuro, en la medida en quese logre encontrar un modelo mixto de financiación y una forma de compartir responsabilidades entre todos los que, además de disfrutarla, deben garantizar que perdure en el tiempo y que haya renovación intergeneracional.

Para muchos de los asistentes la marcha es un carnaval y no son necesariamente conscientes de lo que se necesita para llevarla a cabo, por eso es importante que más personas se interesen y se presenten a la convocatoria para integrar el comité; si hay más manos dispuestas a colaborar y hacer el proceso juntos, esta expresión de comunidad crecerá y vivirá.


Este espacio no es solo un carnaval de un día, es un evento que busca hacernos visibles como población diversa. No solo queremos que haya

mucha gente marchando, también queremos protestar ante la carencia de acceso a servicios del Estado y ante el no cumplimiento en el ejercicio de

nuestros derechos.

-Queremos que la marcha sea para hacer conciencia y no para fumar y beber, aunque siemprehay espacio para la alegría.

La marcha es resiliente, comprometida y posible…


Imagen de Odoo y bloque de texto
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